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Némesis: En el Espacio Nadie te Oirá Tirar Dados

Introducción

Esta semana pasada he pasado bastante tiempo solo en casa, y ese hecho ha coincidido con la llegada de uno de los juegos de mesa que más había esperado tener en físico: Némesis, de Adam Kwapinski. Se trata de un juego de terror espacial en el que seremos los últimos supervivientes en una nave infestada de depredadores alienígenas. Seguir leyendo Némesis: En el Espacio Nadie te Oirá Tirar Dados

Probando Juegos: star wars Outer rim

Dicen que a falta de pan, buenas son tortas. Y en estos tiempos raros, en los que uno ya no sabe si estamos confinados o no, las quedadas para darle al rol y a los juegos de mesa son más difíciles de concretar que nunca. Una buena “metadona” para mí han sido los juegos de mesa que se pueden jugar en modo solitario. Estuve catando unos cuantos durante el confinamiento, como ya os conté en esta entrada, y les he cogido un cierto gusto.

Esta noche he descubierto que uno de los juegos a los que tenía ganas de catar con colegas tenía esa modalidad. Se trata de Star Wars: Outer Rim, un juego de Corey Konieczka publicado por Fantasy Flight Games. El juego se centra en los personajes más pícaros, astutos o mercenarios del universo Star Wars, como Han Solo, Boba Fett, Jyn Erso o la Doctora Aphra, y en él tendremos que explorar el Borde Exterior para realizar trabajos y misiones para distintas facciones, pudiendo dedicarnos a ejercer como contrabandistas, cazarrecompensas y “mercaderes libres”. Encarnamos a un personaje conocido dentro de la franquicia desde sus orígenes más humildes a bordo de una nave muy básica, y pugnaremos con el resto de jugadores para convertirnos en una leyenda viviente de la galaxia. 

Siendo Han Solo mi personaje favorito desde siempre, podréis entender porqué me llamaba el juego. Al descubrir que tenía un modo Solo, y nunca mejor dicho, no me lo he pensado dos veces. Y se me ha ocurrido registrar la partida para compartir con vosotros mi experiencia. Así que sin más dilación, me pongo en la piel de Han Solo para empezar a explorar el Borde Exterior.

Solo, Han Solo

Mi rival y competidor directo será nada más y nada menos que Lando Calrissian, tahúr extraordinario. Mi objetivo es obtener 10 puntos de Fama antes que Lando. Hay distintas maneras de obtener Fama: cumplir con objetivos personales y objetivos de nave, cobrar recompensas por personajes buscados, realizar trabajos para las cuatro facciones principales (el Imperio, la Alianza Rebelde, los Huts y el Sindicato del Crimen), destruir las patrullas más avanzadas de dichas facciones o comprar artículos de lujo. 

Empiezo mi singladura a bordo de un caza estelar G-1A. Es algo más lento que la alternativa, un Rigger G9 como el de Lando, pero es mejor en combate. Y por favor, que soy Han Solo. Resulta que Han da un +2 al valor de Hiperimpulsor de toda nave que pilote. Le hice unas modificaciones yo mismo, ya sabéis…

Por cierto, Lando es un jugador virtual que se utiliza en modo solitario, cuyas acciones están programadas por una seria de cartas de Inteligencia Artificial. Veremos qué clase de rival resulta. Cada uno tenemos un cargamento inicial con el que empezar nuestros trapicheos. Lando y yo tenemos exactamente la misma ruta invertida. Yo tengo que llevar partes de vehículos de Nal Hutta al Anillo de Kafrene (no parece muy ilegal), y él bienes de lujo desde allí a Nal Hutta. 

Mi objetivo personal es conseguir una nave de al menos 15000 créditos. Si lo logro, le daré la vuelta a mi carta y me convertiré en un Han nuevo y mejorado.  

Una de las cosas que complican nuestros viajes es la presencia de patrullas de las facciones. Estas naves se desplazan por el mapa persiguiendo a uno y a otro, en función de lo que indiquen las cartas. Nuestro personaje tiene un indicador de relación con cada una de las facciones, que puede ser positiva, negativa o neutral. Si tienes buena relación con una facción sus patrullas no te estorban, pero en caso contrario las patrullas te dan el alto y te obligan a detener el movimiento, y en caso de tener mala relación, te verás obligado a luchar contra ellas. Y, oh, vaya, empiezo con mala reputación con los Huts. Oye, Jabba… De esta acabo congelado en carbonita.

Turno 1

Bueno, inicio mi andadura y pongo rumbo al Anillo de Kafrene. De camino me detengo en Naboo. Una de las opciones que tienes al visitar el mercado, antes de decidir si compras una carta, es descartar una de las que hay disponibles, ciclando la baraja para buscar algo que te interese más o para impedir que otros jugadores se las lleven. Las cartas se distribuyen en 6 tipos distintos: Recompensas, Mercancías, Modificaciones y Equipo, Trabajos, Artículos de Lujo y Naves. Descarto un trabajo porque le va bien a Lando. Veo que la Rebelión necesita un trabajito en Lothal, que está en pocón y además las habilidades requeridas no son mi fuerte (a Han se le da bien la Tecnología y el Pilotaje). Por otro lado, han puesto precio a la cabeza de una tal Hera Syndulla. Mi nave no sé si está bien equipada para eso, y tampoco puedo pagar nada más, así que acepto el trabajo de la Alianza. A ver si cuela. Al hacerlo, destapo una Ayuda Contratada. Estos son miembros de la tripulación temporales, que te pueden proporcionar una habilidad que no tengas y luego se descartan. 

Las naves tienen un cierto número de huecos para tripulantes, en mi caso uno, así que tras mercadear en Naboo, intento establecer contactos con uno de los dos personajes que se encuentran allí boca abajo. Con suerte podré encontrar copiloto.

¿Koona t’chuta Solo?

La leche, es Greedo. Mala reputación con los Huts + Greedo = problemas. Pillo 2 de daño personal. ¡Greedo disparó primero! 

(Por cierto, no se puede morir en el juego. Si el personaje o la nave son destruidos, no puedes mover durante el siguiente turno para recuperarte o hacer reparaciones, y a partir de ahí puedes seguir jugando.)

Mientras, Lando aterriza en Ryloth, contrata a esos Ayudantes de Alquiler y encima  consigue de algún modo aumentar su reputación con los Rebeldes. Y eso que ya empezaba siendo amiguete del Imperio. ¡Estúpido y sexy Lando! Al revelar una nueva carta, destapa la Carrera de Kessel. Hmmmm… Se me acaban de poner ojitos.

Algunas de las barajas de mercado

Turno 2

Llego hasta el Anillo de Kafrene y entrego el cargamento sin problemas. Descarto la nave disponible, una nave patrulla Firespray-31 (tipo la Esclavo-1 de Boba Fett) que vale 20000 creditazos, y en su lugar aparece una nave de clase Lancer, por 10000. Nada, no me convence. Yo estoy buscando algo más, no sé, más corelliano. Lo que sí me compro son unos bienes robados para entregar en Kessel. Con la mercancia ilegal las entregas siempre son peliagudas, pero son más lucrativas y lo mejor, dan Fama. Además, aquí veo un combo si me apunto también a hacer la Carrera Kessel, pero para eso tendré que pasar un turno más en Kafrene. Pero bueno, creo que compensa, Kessel me pilla de paso para ir a Lothal. Busco contactos y me encuentro con un droide, un tío majete llamado W1-LE. Tengo que superar una tiradita de Tecnología (porque claro, no soy Lando, si no se venía del tirón… qué rabia me está dando ya), y como lo consigo, me lo llevo de tripulante. El amigo es útil, tiene la habilidad de Influencia y además permite hacer fases de mercado incluso estando en mitad del espacio. 

Arrgh… ¡maldito Lando! ¡Me ha chorizado la Kessel Run! Ha llegado a Nal Hutta i ha entregado el paquete. ¡Y encima se lleva gratis un miembro para su tripulación! Pues no va y le sale Lobot, el calvo de los implantes en la cabeza… Este juego lo hace a posta. Y para acabarlo de arreglar, Lando me deja una patrulla imperial en mitad de mi ruta. Ahora que transporto bienes ilegales. ¡Pero qué HDLGP!

Este es Lobot

Turno 3

Ya no tiene sentido quedarse en Kafrene. Me planto a medio camino de Kessel, cabreado por no poder intentar la Carrera, pero mira, me he encontrado con un cargamento robado abandonado en el espacio. ¿Qué clase de desaprensivo soltaría la carga de esa manera? Bueno, en fín, esto se puede vender en Cantonica y no ocupa espacio en la bodega… ¡Me lo llevo!

Lando también va a Kessel.. Culo veo culo quiero, colega. De alguna manera por el camino se las ha ingeniado para ganar 4000 créditos. Apostando, seguro. Bastardo. 

Turno 4

Lando es un lentorro, y de no ser por la patrulla que me ha dejado en medio habría llegado yo antes a Kessel. Pero como he tenido que dar un rodeo, pos no. Me quedo en la misma casilla que él. ¿Le ataco? Por ganas no será. ¿Ah, que el juego no lo permite en principio? Por ahí te libras, Landete.

Voy ciclando naves (y eso que hay un carguero pesado que me da cosa quitarlo, parece útil) pero yo sigo buscando MI nave, yatusabe. Recibo una señal de emergencia de una nave del Sindicato atrapada en el interior de una babosa espacial. Les intento ayudar confiando en mis dotes de manitas. No sé por qué lo hice, debió ser algo que comí. Encima fallo miserablemente y mi nave pilla 3 de daño. Ole tu. 

Carta de encuentros, en este caso en el espacio.

Lando aterriza en Kessel, se pilla un Cristal de Coaxium para vender en Ryloth, y hace la Carrera de Kessel… gratis, sin tirar ni nada. ¡No es justo! Aaargh como le odio.  Ya tiene 23000 créditos y 2 de Fama. 

Turno 5

Intento vender la carga de bienes robados pero me intercepta la Rebelión. Necesitamos esa carga más que tú, me dicen. -1 a la reputación con ellos pero al menos me la han pagado. Veo que el negocio de esclavos va a todo trapo en Kessel, però en true Han Solo fashion, paso de hacer nada. No intervengo (tampoco podía perder los 2 puntos de reputación necesarios para ganar Fama 1) pero eh, tampoco me vendo a mi copiloto. Algo es algo. ¿No?

Lando se pira a Ryloth (bien, cada uno va en una direcció contraria por primera vez. Pesao). Se gasta 8000 para subir a Fama 3. Puto Sabacc. 

Turno 6

Rodeo Kessel para evitar el Maelstrom, que me habría parado después de mover una sola casilla. Otro turno en medio del espacio. Suerte que mi colega robot me deja comprar en cualquier sitio. Cuanto partido le estoy sacando. Compro una reserva de Bacta para vender en Takodana… está justo en dirección contraria pero bueno, siempre lo podré usar para mercadear si no lo puedo colocar. 

¡Oh! ¡En la pila de Modificaciones ha aparecido un compartimento de carga secreto! ¡Eso sí que lo quiero! Y como lo quiero, seguro que el Lando se lo llevará antes. ¡Pero ah! Navegando por el espacio se me ocurre un plan para robarle parte de su Fama. ¡Me atribuiré algunas de sus hazañas! Por ejemplo, no sé… ¿La Carrera de Kessel en menos de doce parasegundos? ¡Cuidado la próxima vez que nos crucemos, Calrissian!

Lando llega a Ryloth. Ha vendido el Coaxaium al Imperio, ¡este cabrito ya casi es amigo de todo el mundo! Al revés que yo. ¡Lo que decía! Me ha birlado el compartimento secreto. El odio lleva al Lado Oscuro… Ah, no, es verdad, que yo no creo en paparruchas. Pero es que además a él, siendo PNJ, no le sirve de nada porque no tiene que hacer tiradas para colocar mercancía ilegal. Na más que pa joder. Y ya tiene Fama 4. 

Turno 7

Llego a Lothal. ¡Oooooh sí! Por fin hay a la venta una nave que me mola, un carguero ligero YT-1300 modificado. Si me lo pillo tendré que pensar un buen nombre, algo que mole… Ya se me ocurrirá algo.

Era chungo, ¡pero he conseguido superar la misión para la Rebelión! ¡Uoooo! Necesitaban a alguien que les mostrara el camino a través de unas instalaciones imperiales. Y yo ni puta idea, pero lo que importa es aparentar que sabes lo que haces. (He sacado un crítico, que era lo que necesitaba al no tener la habilidad de Conocimiento). Pero no te aficiones a esto, Han, que esta gente te la lía rápido. Si no pagan, ni agua. Y con esto, ya tengo créditos para cambiar la nave… ehehehe.

Lando se pilla un lanzagranadas a Ryloth, se ve que se aburre. Una patrulla Hut le intercepta, pero aunque son los únicos que no son amiguetes suyos, tampoco son enemigos. Y la Fama le sigue subiendo. Al menos está entretenido de jarana y no tiene trabajos ni mercancías que transportar… A ver si para quieto un rato.

Turno 8

Y yo en Lothal estoy rodeado de patrullas Rebeldes y del Sindicato, y las dos detendran mi movimiento… paso. Me quedo en Lothal a descansar, arreglo la nave y me la vendo para pillarme ese precioso YT. ¡Mío! ¡Todo mío! Cumplo así mi objetivo personal y gano 1 de Fama. Ya van 2, ¡voy lanzado! Oh, y ahora al pasar por una patrulla puedo tirar Pilotaje para evitarla. ¡Esto es otra cosa! Si le meto 2 mods a la nave, o 1 mod i un Chewie, ganaré más Fama y mejoraré la nave… ¡A buscar contactos se ha dicho!

¡Leia Organa! ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este! ¡Este podría ser el principio de una bonita amistad! ¿Estudias o trabajas? Ah, que no quiere subirse a ese montón de chatarra, solo quiere que libere a unos presos rebeldes. Esta chica me la va a liar, lo sé. ¿Ayudar a los rebeldes y tocar los huevos al Imperio porque sí, sin que me paguen ni un crédito? ¡Ni de coña! Bueno, va, ¡pero nunca más eh! ¡Una y no más! ¡Que te quede muy clarito, princesa!

Lando sigue en Ryloth, buscando trabajos dignos de alguien de su apuesta estampa.

Turno 9

Intento evitar la patrulla del sindicato sobre Ord Mantell pero no cuela. Me hacen parar. Pues ya que estamos busco contactos, ya que no tengo ni mil miserables créditos para comprar nada. Otro robotijo, K2-S0. Me está quedando una tripulación droide moníssima. Me será útil si hay tiroteos.

Lando se ha quedado en Ryloth, tanteando el mercado y comprando reservas de comida para llevar a Nal Hutta, que lo tiene al lado. Siempre con el viento a favor este tío.

Turno 10

Intento vender el cargamento de bienes robados en Cantonica, pero hay presencia imperial inesperada. A ver si mi compi droide W1-LE me ayuda a convencer a los oficiales que en esas cajas sólo hay comida. ¡Y coló!

Lando entrega las cajas de provisiones en Nal Hutta y se hace amiguito de los Huts. Ya es amigo de toda la galaxia. Brrrrr. La patrulla del Sindicato se vuelve a interponer en mi camino, esta vez sobre Mon Calamari. 

Turno 11

No hay via libre, tendré que evitar a una de las dos patrullas o a las dos, pero por mover solo un navpoint más no me la juego. Intento evitar la del Sindicato, así si fallo me quedo en Mon Calamari.

Esquivo la patrulla, rodeo Kessel pero al hacer trapis para comprar mercancía la patrulla rebelde me intercepta. Tíos, que solo hago que ayudaros, dejadme en paz… Charlo con ellos y les cuelo rumores falsos que interesan a los Huts, y eso envía su patrulla a la otra punta del sector, para que no estorben.

Lando sigue en Nal Hutta, consigue la misión de rescatar a un payo de las minas de Kessel, y deja de ser tan amiguito de los rebeldes.

Turno 12

Vuelo hasta Naboo con un plan en mente: intentar robar la legendaria Joya de Yavin. Si lo consigo me corono. De camino me cruzo con Lando y le robo parte de su Fama. ¡Chúpate esa Calrissian! Pero él me denuncia al Imperio y ahora me tienen en el punto de mira. En fín. 

En Naboo tuneo la nave amb un Ordenador de Navegación Mejorado que me da +1 a Hiperimpulso. Lo que sumado al +2 que doy yo como piloto, me lleva a una velocidad de 10. ¿Qué nave es la más rápida de la galaxia? ¿Eh?

La patrulla rebelde me sigue (o lo intenta jeje) y de camino se topa con Lando. Seguro que han tenido una charleta.

Y ahora sí, el robobo de la jojoya. Primero he de buscar una ruta segura a través de Naboo, pero no. Pillo 1 de daño. Me he topado con unos criminales (vale, otros criminales), y el tiroteo sigue, pierdo otro punto de daño. Esto no va bien. Vale, ahora toca convencer a los seguratas. W1-LE, haz tu magia. ¡Conseguido! Ahora viene la parte difícil, superar el sistema automático de defensa. Si fallo, pillo 2 y al suelo. Y no tengo Sigilo. Bien. Se te acabó la suerte, Solo. Pum, al suelo. Mission failed. 

La carta de misión de la Joya de Yavin con su correspondiente carta de aventura

Lando viaja a Kessel y se detiene obligatoriamente en el Maelstrom. De alguna manera convierte eso en una oportunidad para ganar 4000 créditos. ¿Cómo lo hace?

Turno 13

Compro hipercombustible robado en Naboo para vender luego y vuelvo a intentar el robobo de la jojoya. Fingers crossed. ¡Esta vez sí, con combate final incluido! Gano por un crítico. ¡Lucky shot! Ya estoy en Fama 5 y por primera vez en la partida, adelanto a Lando. 

Me dura poco. Lando llega a Kessel, consigue un contrato de trabajo con el Sindicato, y además rescata al hijo de un gobernador regional de las minas, ganando 8000 créditos i Fama 1. Las patrullas Hut cada vez se me acercan más.

Turno 14

Con la ayuda de mi compi droide, instalo un cañón de iones en la nave. Intercepto la patrulla imperial que estaba buscando cerca de Kafrene, la destruyo y realizo un espectacular rescate de prisioneros. Mi Fama sube como la espuma (+2) y ahora los Rebeldes me tienen por colega. ¿Impresionada, princesa? ¡Pero no os acostumbréis, eh, rebeldes! ¡Que nos conocemos!

Próxima parada: Kafrene, a colocar el Hyperfuel robado. Si lo logro, no solo ganaré 1 más de Fama, sino que cumpliré el objectivo de nave y… jejeje

Lando se dirige a Nal Hutta, topándose con una patrulla del Sindicato. Pero com ya era al final de su movimiento, no pasa nada. Hace una partidica con los mafiosos y gana 1 de Fama. Me pisa los talones. 

Turno 15

Llego a Kafrene pero mierda, los imperiales han llegado antes y quieren mi cabeza. Pero mis intentso de colocar el hyperfuel han atraído la atención del sindicato, y me he visto obligado a vendérselo a ellos, que ara encima me tienen fichado como “competencia ilegítima”. Pero eh, ¡la cosa era venderlo! Porque eso no solo me libra de tener que enfrentarme a la patrulla imperial, más peligrosa que la anterior, sino que mi YT-1300 ya tiene nombre… ¡Es el Halcón Milenario! ¡Esto me deja en Fama 9!

La próxima misión a la vista es explorar un templo subacuático en Mon Calamari. Si lo consigo,  gano la partida. Espera a ver qué hace Lando mientras tanto. 

Lando llega a Nal Hutta. Se apunta a hacer un trabajito en el casino de Cantonica. Le gustan más los casinos que a un ewok la carne de stormtrooper. Tanto que en vez de cumplir el contrato para el Sindicato, vuelve a gastar pasta jugando y le aumenta la Fama a 7.

Turno 16

Vuelo a toda leche hasta el sistema de Kessel y para no desviarme voy directo a una patrulla Hut. Pero eh, ¿el Halcón Milenario pilotado por Han Solo? ¡Los pobres desgraciados no tenían la menor posibilidad de pillarme! 

¡Ups! Control Imperial por sorpresa. A hacer tiradita de pilotaje si no quiero gastarme una pasta untando a los oficiales de aduanas. De nuevo, les esquivo como me da la gana. 

Lando compra prototipos robados para vender a Cantonica. Así puede matar dos pájaros de un tiro en un solo viaje. Y además, completa de una vez el trabajo para el Sindicato y ya vuelve a ser coleguita de ellos. 

Turno 17

Llego a Mon Calamari, y me encuentro con una patrulla del Sindicato esperándome para darme jarabe de palo. Esto me obligará a luchar con ellos antes de poder intentar la misión y me hará perder un turno. Espero que Lando no me adelante entretanto, ¡porque esto está a punto de acabar! Por si acaso, me pillo un Rifle Blaster IQA-11. 

Con mi cañón de iones le doy pal pelo a los chicos del Sindicato sin sufrir un rasguño. ¡Hala, quitáos de en medio, pringaos!

Lando llega a Mon Calamari y tenemos un último face-off. ¡¡¡Que dice que si nos jugamos mi nave a una partida de cartas, el notas!!! Me río en su cara. Pero el puto gana 1 más de Fama y sube a 8. Uf.

Turno 18

Descanso en Mon Calamari para prepararme para la misión, aprovecho para comprar un cargamento de armas robadas, por si falla lo del templo, y p’abajo. Mientras, una nueva y mejorada nave del Sindicato se acerca peligrosamente.

Antes de sumergirme, sin embargo, intento esperar un turno y así intentar rellenar el tercer slot de tripulación del Halcón, para intentarlo con más posibilidades de éxito. Giro el contacto de nivell3 y… ¡no me lo puedo creer! ¡Chewbacca! ¡A mis brazos, felpudo con patas! 

Ahora si que si

Lando llega a Cantonica, entrega el material robado ¡y su Fama sube a 9! Y encima cumple el trabajito en el Casino y gana otros 15000 créditos. Suerte que ese trabajo concreto no le daba Fama, o ya me habría ganado la partida.

Turno 19

Eso significa que solo tengo un turno para intentar ganar, porque Lando tiene la pasta suficiente para aumentar su Fama cuando vuelva a actuar. No me puedo arriesgar a la aventura del templo. Es mejor opción volar directo a Tatooine e intentar vender las armas robadas. Eso implica esquivar una patrulla Hut y luchar con una patrulla imperial, pero no hay más remedio. Y ahora tengo a Chewie de copiloto. ¿Qué podría salir mal?

¡Pon rumbo a Tatooine, Chewie! 

Dejo atrás a los Hut y aterrizo para intentar entregar la mercancía. Si en el dado sale un impacto, la puedo vender directamente. Si no, deberé revelar una de las cartas indicadas y ver qué pasa. Deseadme suerte. ¡Y un impacto! ¡Potra máxima! Si llega a fallar, la patrulla imperial me habría interceptado, haciéndome perder el turno y en consecuencia la partida. 

Pero esta tirada providencial me ha salvado el culo. ¡Fama 10!

¡Han Solo, Contrabandista Extraordinario, gana la partida! 

Y bueno, ya que he hemos acabado en Tatooine, igual podríamos pasarnos un rato por la cantina de Mos Eisley, ¿no, Chewie? A relajarnos un poco, y ver qué se cuece por allí. Igual alguien necesita un buen piloto. Lástima que allí no sirvan a droides. Qué se le va a hacer, hasta más ver, colegas metálicos. 

Pues esta ha sido mi partida de prueba a Star Wars: Outer Rim. Es un juego con mecánicas de pick up and deliver y de realizar misiones con un tema muy bien conseguido. Al final mientras compites juegas más (al menos a mí me ha pasado) para ver si consigues recrear al personaje lo máximo posible y tener tu nave y tu wookie y demás, lo que le ha dado mucha gracia a la partida. 

Espero que esta crónica de partida os haya servido para ver un poco qué tipo de juego es Star Wars Outer Rim y qué podéis esperar de él. Por mi parte, ahora me quedo con ganas de probarlo en compañía, para ver las movidas que pueden liar si se juntan tres o cuatro buscavidas galácticos a la vez. 

¡Que la Fuerza os acompañe! 

Jugando a Magic Realm (III): El Final del Camino

Día 29

Empieza mi segundo mes en el Reino Mágico, y no me puedo quejar del resultado hasta ahora. He conseguido tres de mis objetivos: dos Grandes Tesoros, 10 puntos de Fama (llevo un total de 18) y 40 puntos de Notoriedad (voy por 69). Ahora tengo que centrarme en aprender más hechizos, y en conseguir oro suficiente. Si mis caballos aguantan con vida podré intentar venderlos justo antes de acabar, así como los tesoros menores que ya no necesite, pero hasta llegar a 60, aún me queda trabajo por delante. El nuevo mes, Freshet, conlleva inundaciones por el deshielo y las lluvias frías, pero de momento tengo por delante una semana de tiempo despejado, y las montañas, libres de nieve, ya no son tan difíciles de explorar como antes. ¡Habrá que aprovecharlo!  Seguir leyendo Jugando a Magic Realm (III): El Final del Camino

Jugando a Magic Realm (I): La Búsqueda del Hechicero

Hace un tiempo escribí una extensa reseña del que sin duda es uno de mis juegos de mesa favoritos: Magic Realm. Se trata de un juego muy muy old school (fue publicado en 1978 por Avalon Hill) que, sin embargo, y a pesar de su multitud de reglas y opciones, consigue algo muy difícil: que se vaya generando toda una historia con el transcurso de la partida. Se trata de lo más cercano a la experiencia hexcrawl (salvando todas las distancias, por supuesto) que he podido encontrar en un juego de mesa. Con 16 personajes disponibles, que cubren una amplia gama de arquetipos de la fantasía clásica, y la posibilidad de jugar en solitario o hasta 16 jugadores, Magic Realm logra una profundidad pocas veces igualada por juegos más modernos. Seguir leyendo Jugando a Magic Realm (I): La Búsqueda del Hechicero

Jugando a Arkham Horror LCG

Este año los Reyes Magos se han portado bastante bien con un servidor, y por primera vez en varios años, han caído algunas cosillas frikis de lo más jugosas. Una de ellas, regalo nada más y nada menos que de mis suegros, ha sido un juego por el que había sentido mucha curiosidad desde que oí hablar de él: Arkham Horror, el Juego de Cartas, publicado por Fantasy Flight Games y distribuido en España por Edge Entertainment. Tengo la inmensa fortuna de poder compartir mi afición por los juegos de rol y sobre todo de mesa con mi media naranja, ¡y no os creáis que es una jugadora casual! La verdad es que disfrutamos muchísimo cuando tenemos la oportunidad de sacar alguna caja de la estantería y echar una partida épica a juegos como La Guerra del Anillo, Descent, Magic Realm, y su favorito con diferencia, Arkham Horror. Seguir leyendo Jugando a Arkham Horror LCG

Reseña en Profundidad: Las Mil y Una Noches

Título: Las Mil y Una Noches

Título Original: Tales of the Arabian Nights

Creadores: Brad Freeman, Eric Goldberg, Kevin Maroney, Anthony J. Gallela

Publicado por: West End Games y Z-Man Games (inglés), Devir (español)

Año de Publicación: 1985, 2009, 2016 Seguir leyendo Reseña en Profundidad: Las Mil y Una Noches

Una Joya del Pasado: Magic Realm


Los aficionados a los juegos de mesa estamos viviendo un época dorada. El hobby goza en la actualidad de una amplia variedad de títulos para todos los gustos y edades, con decenas de juegos publicados año tras año, y la sofisticación e innovación en cuanto a reglas y sistemas parecen no tener fin. Asimismo, los valores de producción se cuidan cada vez más, dando como resultado productos muy atractivos tanto a nivel visual como lúdico. Nada de esto, sin embargo, nos impide disfrutar con verdaderas joyas del pasado de la afición, creadas en momentos en los que la industria no era el pequeño gigante que es hoy, con medios más modestos y acabados que en comparación con los actuales a más de uno le han parecido risibles. Juegos que, a pesar de estar tan alejados de los actuales modelos de producción y de su complejidad casi siempre elevada, ofrecen una jugabilidad y una experiencia que pocos productos actuales pueden igualar. El caso más paradigmático, en mi opinión, es el del juego del que quiero hablaros hoy, uno de mis favoritos de toda la vida: Magic Realm, de Avalon Hill, publicado en 1979. Seguir leyendo Una Joya del Pasado: Magic Realm

Finde en la Fancon, Edición 2015

El fin de semana pasado se celebró la segunda edición de las jornadas Fancon en Palau Solità i Plegamans, y como el año pasado, allí estuve dispuesto a pasármelo bomba en este paraíso del frikismo. Este año, sin embargo, no me limité a pulular y curiosear, que también, sino que… Bueno, mejor os lo cuento en orden.

Para poneros en situación, la Fancon es un gran festival del ocio alternativo, que gira alrededor del mundo de los juegos de rol y de mesa, videojuegos clásicos y máquinas recreativas, cómics, cine y series de televisión, literatura fantástica, recreaciones históricas de combate, e incluso espectáculos de wrestling. Sea cual sea tu tipo preferido de “vicio y subcultura”, lo puedes encontrar en la Fancon sin duda.

Fancon Playing

Juegos para todos los gustos y para toda la familia

Pues bien, a pesar de no disponer del fin de semana entero para disfrutar de la ocasión, puedo decir que le saqué buen provecho al tiempo que pude dedicarle. Después de pasear un rato por el recinto principal y echar un vistazo a las novedades en juegos de rol y de mesa, entre los cuales me apunté el Katamino (después de una estupenda demostración por parte de Natàlia i Xavier de Lu2) para jugar con mi peque cuando sea algo mayor, salimos a ver la recreación de combates que estaba teniendo lugar en el exterior. Allí pasamos un buen rato viendo como los miembros de la asociación Fets Històrics se daban unos cates de órdago, parando con los escudos (y a veces con los cascos!) y contraatacando, intentando marcar al rival con un golpe que el arbitro juzgara definitivo.

Fancon Combate 3

Un Templario de la sociedad Fets Històrics repartiendo estopa

Después salieron a la arena los gladiadores y gladiatrix de Tarraco Ludus, calentando al público con una genial explicación previa de cómo eran los combates históricamente, y conminando a la audiencia a gritar “Jugula” o “Vita” para condenar o salvar al perdedor. Las primeras en combatir fueron las gladiatrix, Boudicca y Hécate, y realmente hay que decir que lo dieron todo. Lamentablemente, el tiempo apremiaba y no pudimos quedarnos a ver el resto de combates. Había llegado el momento del Aquelarre.

Fancon Gladiatrix

Las Gladiatrix de Tarraco Ludus demostrando de qué están hechas

Partida de Aquelarre

Uno de los eventos estrella de la presente Fancon era para mí, sin ningún género de dudas, la partida de Aquelarre que iba a dirigir nada más ni nada menos que su creador, Ricard Ibáñez. Aquelarre fue el primer juego de rol publicado en España, y se centra en una visión de la Edad Media en la península en la que sus leyendas, brujerías y supersticiones son reales. Ibáñez, historiador y escritor además de diseñador de otros juegos como Alatriste, es una de los grandes nombres de la historia del rol en este país, y la oportunidad de jugar a su creación teniéndole a él como Director de Juego era un verdadero caramelo. Las plazas se habían adjudicado mediante concurso, y yo era el afortunado ganador de una de ellas. Por ausencia de un par de ganadores, y con el beneplácito de Ricard y de la organización, mi hermano acabó pudiendo sentarse a jugar también.

Fancon Aquelarre

Jugando a Aquelarre con el mismísimo Ricard Ibáñez como master… ¡Impagable!

Con el resto de jugadores, David y Josef Bugman -autor del blog Juegos y Dados, del que soy lector asiduo y que se está currando muchísimo una serie de entrevistas a todos los pesos pesados del rol en España- congeniamos estupendamente desde el primer momento, y lo mismo puedo decir de Ricard Ibáñez, que no tardó en meternos en situación y en avisarnos de que no se trataba de una aventura para todos los públicos. ¡No esperábamos menos! La aventura, titulada “Cuando las Niñas no son Princesas”, nos puso en la piel de cinco mujeres de distintas etnias y orígenes sociales, encerradas en una oscura mazmorra Dios sabe con qué oscuras intenciones. No voy a contar más para no destripar nada, ya que me consta que Ricard la ha dirigido en alguna otra jornada. Lo que si puedo decir es que fue tremendamente divertida, y Ricard la dirigió con una vis teatral alucinante. Realmente veías en tu imaginación los esperpénticos personajes con los que nos encontramos durante nuestra gran evasión. La suerte estuvo de nuestro lado y logramos salir todos (perdón, todas) de allí con vida, aunque el epílogo nos reservó alguna que otra sorpresa. Si alguna vez tenéis la oportunidad de jugar con el maestro Ibáñez, haceros un favor y no la dejéis pasar. disfrutaréis como enanos. Y si tenéis compañeros de mesa como los que tuvimos en suerte, todavía más.

Fancon Aquelarre 2

El maestro Ibáñez en plena interpretación…

Partida de El Favor del Faraón

A ultimísima hora, después de la partida de Aquelarre pero antes de la invasión de los zombies batuqueros, todavía tuve tiempo de participar como observador (ya que todas las plazas ya estaban cubiertas) de una partida demostración de El Favor del Faraón, de la mano de Viravi Edicions. Se trata de un juego de dados en el que cada jugador intenta ganar convirtiéndose en el favorito de la reina. Para ello, debe ir adquiriendo una serie de ventajas mediante ciertas combinaciones de resultados en los dados. Las ventajas están distribuidas en forma de pirámide, con las más fáciles de obtener en la base y aumentando en dificultad hasta que se vuelven imposibles de sacar con los dados de los que dispones originalmente. Las ventajas son desde dados extra, a repeticiones de tiradas o dados que puedes guardar fijados en una de sus caras. Ya que las ventajas son finitas y el que no corre vuela, la suerte con los dados, la capacidad de arriesgar o encontrar combinaciones ventajosas con las que aprovechar lo que el azar te ha dado son las claves del juego. La partida que presencié fue ágil y rápida, estuvo reñidísima y tuvo un final muy apretado, con los dados otorgando la victoria en el último momento a Josef Bugman. Me lo pasé genial viéndolo, así que me imagino que jugarlo ya debe ser la leche. Recomendado.

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Partida de Dungeon Crawl Classics

Si el sábado había sido mi día para disfrutar de la Fancon como jugador, el domingo la disfruté desde el otro lado de la pantalla. Este año fui reclutado para dirigir una partida de Dungeon Crawl Classics RPG, un juego que me encanta y con el que disfruto enormemente. El edificio en el que se celebraban las partidas de rol (con la excepción de Aquelarre) albergaba con comodidad a un buen número de mesas, en las que cuando llegué se estaba jugando a Pathfinder, La Leyenda de los 5 Anillos y otros juegos de rol. Tras una breve charla con alguno de los demás masters, me puse a preparar todo el material para poder aprovechar bien el tiempo de partida que teníamos asignado.

La partida originalmente estaba pensada para 4 o 5 jugadores, y a pesar de un cierto temor por mi parte al tratarse de un juego relativamente minoritario, acabé teniendo 7. Por fortuna, la aventura que tenía preparada era un embudo, una aventura para personajes de nivel 0 en la que cada jugador lleva a varios “masillas” normales y corrientes, sin ningún tipo de habilidad aventurera, con el fin de separar a los que están destinados a la grandeza de los que no. Así que cuando llegó un grupo de 6 amigos preguntándome si había sitio para todos, les dije que no había ningún problema. Les hice coger 3 personajes a cada uno sin mirar, totalmente al azar, excepto una voluntaria que valientemente se prestó a llevar tan sólo a 2. El hecho de dirigir un embudo me fue especialmente propicio, ya que de los 7 jugadores, 6 no habían jugado nunca a un juego de rol, así que fue genial para introducirles sin entrar en complejidades como hechizos, habilidades de clase, etc…

La aventura elegida fue “El Portal Bajo las Estrellas”, el embudo que viene en el propio manual de DCC, y sólo puedo calificar la partida como éxito rotundo. Yo me lo pasé genial dirigiéndola y viendo a jugadores sin experiencia buscarse la vida y estrujarse el coco para intentar buscar soluciones a las múltiples situaciones aparentemente letales en las que se iban metiendo. Y el único jugador experimentado que tuve (aunque también era su primera vez en DCC) fue un buen apoyo al otro lado de la pantalla. Aunque nos quedamos solísimos jugando en la sala (todas las mesas terminaron un buen rato antes que nosotros), el final fue apoteósico y logramos terminar la aventura entera a tiempo. De los 20 personajes que entraron, 9 murieron y 11 emergieron de allí con tesoros y la experiencia suficiente como para convertirse en aventureros de verdad. La sesión dio personajes como la pastora ninja (con un rarísimo 18 en Agilidad y cuya jugadora se cuidó muy mucho de que sobreviviera hasta el final) o Donkey Kong (un tonelero que se pasó el módulo lanzando barriles a todo lo que se movía… y a lo que no). En fin, una estupenda tarde de rol y creo que todo el mundo disfrutó muchísimo. Yo el primero. ¡Felicidades a todos los presentes!

Aquella partida también me sirvió para llevar a cabo un pequeño experimento visual. Los mapas de las aventuras del DCC son alucinantes, con Doug Kovacs complementando los planos de las mazmorras con ilustraciones relevantes que convierten cada mapa prácticamente en un poster genial. Y me da mucha lástima que el master sea el único que lo vea, y a los jugadores solo les lleguen mis tristes garabatos. Así que la noche anterior estuve trasteando con el GIMP, un programa de diseño gráfico estilo Photoshop, para crear un efecto de “fog of war” que me permitiera mostrar el mapa original de Kovacs en mi tablet sin revelar nada que los jugadores aún no hubieran descubierto. El resultado fue muy bueno, y probablemente lo repita con cada módulo de DCC que dirija, aunque esto sólo es factible con mapas relativamente sencillos y poco enrevesados. De lo contrario, el número de permutaciones sería inmanejable. Pero lo dicho, quedó muy resultón.

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Todos Para Uno: Régime Diabolique

Con aquello terminó mi presencia en la Fancon 2015. Sin embargo, aún me aguardaba otra sorpresa. De los múltiples sorteos en los que participé, acabé por resultar el afortunado ganador de un manual de rol, cortesía de su distribuidor en España, Summum Creator. Se trata de Todos Para Uno: Régime Diabolique, y se trata de una mezcla muy atractiva: espadachines y mosqueteros contra las fuerzas de la noche. Los Mosqueteros del Rey, es decir, los PJs, se enfrentan a hechiceros oscuros, criaturas del más allá y sociedades secretas armados únicamente con su acero y su donaire. ¡Un estupendo e inesperado colofón! Os hablaré más a fondo de este juego que tan buena pinta tiene cuando haya tenido tiempo de leerlo y digerirlo como Crom manda.

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Y a grandes rasgos, eso es todo. La Fancon de este año ha sido sin duda más grande, más intensa y más variada aún que en su primera edición, lo que augura un futuro sin duda prometedor. ¡La Fancon 2016 no me la pierdo! ¿Y vosotros?