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CdM en la Fancon: La Novia de la Mansión Negra (II)

Retomamos la narración de La Novia de la Mansión Negra, la partida de Clásicos del Mazmorreo que dirigí en la Fancon 2016. Tres jugadores con algo de experiencia en CdM unieron sus fuerzas a un papá rolero y sus dos hijos para enfrentarse a los peligros de la antigua mansión de la Casa Liis, donde en esta noche infernal se va a celebrar una fiesta que literalmente no es de este mundo. Un antiguo pacto por cumplir, vidas pasadas que afloran de nuevo para enfrentarse a los pecados de su pasado, y las campanas fúnebres presagiando la llegada de la medianoche, cuando el diablo acudirá a reclamar el alma que le fue prometida. El infierno no piensa irse de vacío, pero ¿qué alma será la que se lleve? Seguir leyendo CdM en la Fancon: La Novia de la Mansión Negra (II)

CdM en la Fancon: La Novia de la Mansión Negra (I)

El fin de semana del 2 al 4 de este mes se celebró la Fancon 2016, unas jornadas dedicadas al ocio alternativo de todo tipo que cumplen ahora su tercer aniversario. Para mi gran suerte, me pillan justo al lado de casa, y eso hace que sean las únicas jornadas roleras a las que puedo asistir habitualmente. Como cada año, esta edición de la Fancon me ha tenido por allí dando vueltas y colaborando como máster en algunas de las partidas que se celebran. Seguir leyendo CdM en la Fancon: La Novia de la Mansión Negra (I)

Finde en la Fancon, Edición 2015

El fin de semana pasado se celebró la segunda edición de las jornadas Fancon en Palau Solità i Plegamans, y como el año pasado, allí estuve dispuesto a pasármelo bomba en este paraíso del frikismo. Este año, sin embargo, no me limité a pulular y curiosear, que también, sino que… Bueno, mejor os lo cuento en orden.

Para poneros en situación, la Fancon es un gran festival del ocio alternativo, que gira alrededor del mundo de los juegos de rol y de mesa, videojuegos clásicos y máquinas recreativas, cómics, cine y series de televisión, literatura fantástica, recreaciones históricas de combate, e incluso espectáculos de wrestling. Sea cual sea tu tipo preferido de “vicio y subcultura”, lo puedes encontrar en la Fancon sin duda.

Fancon Playing

Juegos para todos los gustos y para toda la familia

Pues bien, a pesar de no disponer del fin de semana entero para disfrutar de la ocasión, puedo decir que le saqué buen provecho al tiempo que pude dedicarle. Después de pasear un rato por el recinto principal y echar un vistazo a las novedades en juegos de rol y de mesa, entre los cuales me apunté el Katamino (después de una estupenda demostración por parte de Natàlia i Xavier de Lu2) para jugar con mi peque cuando sea algo mayor, salimos a ver la recreación de combates que estaba teniendo lugar en el exterior. Allí pasamos un buen rato viendo como los miembros de la asociación Fets Històrics se daban unos cates de órdago, parando con los escudos (y a veces con los cascos!) y contraatacando, intentando marcar al rival con un golpe que el arbitro juzgara definitivo.

Fancon Combate 3

Un Templario de la sociedad Fets Històrics repartiendo estopa

Después salieron a la arena los gladiadores y gladiatrix de Tarraco Ludus, calentando al público con una genial explicación previa de cómo eran los combates históricamente, y conminando a la audiencia a gritar “Jugula” o “Vita” para condenar o salvar al perdedor. Las primeras en combatir fueron las gladiatrix, Boudicca y Hécate, y realmente hay que decir que lo dieron todo. Lamentablemente, el tiempo apremiaba y no pudimos quedarnos a ver el resto de combates. Había llegado el momento del Aquelarre.

Fancon Gladiatrix

Las Gladiatrix de Tarraco Ludus demostrando de qué están hechas

Partida de Aquelarre

Uno de los eventos estrella de la presente Fancon era para mí, sin ningún género de dudas, la partida de Aquelarre que iba a dirigir nada más ni nada menos que su creador, Ricard Ibáñez. Aquelarre fue el primer juego de rol publicado en España, y se centra en una visión de la Edad Media en la península en la que sus leyendas, brujerías y supersticiones son reales. Ibáñez, historiador y escritor además de diseñador de otros juegos como Alatriste, es una de los grandes nombres de la historia del rol en este país, y la oportunidad de jugar a su creación teniéndole a él como Director de Juego era un verdadero caramelo. Las plazas se habían adjudicado mediante concurso, y yo era el afortunado ganador de una de ellas. Por ausencia de un par de ganadores, y con el beneplácito de Ricard y de la organización, mi hermano acabó pudiendo sentarse a jugar también.

Fancon Aquelarre

Jugando a Aquelarre con el mismísimo Ricard Ibáñez como master… ¡Impagable!

Con el resto de jugadores, David y Josef Bugman -autor del blog Juegos y Dados, del que soy lector asiduo y que se está currando muchísimo una serie de entrevistas a todos los pesos pesados del rol en España- congeniamos estupendamente desde el primer momento, y lo mismo puedo decir de Ricard Ibáñez, que no tardó en meternos en situación y en avisarnos de que no se trataba de una aventura para todos los públicos. ¡No esperábamos menos! La aventura, titulada “Cuando las Niñas no son Princesas”, nos puso en la piel de cinco mujeres de distintas etnias y orígenes sociales, encerradas en una oscura mazmorra Dios sabe con qué oscuras intenciones. No voy a contar más para no destripar nada, ya que me consta que Ricard la ha dirigido en alguna otra jornada. Lo que si puedo decir es que fue tremendamente divertida, y Ricard la dirigió con una vis teatral alucinante. Realmente veías en tu imaginación los esperpénticos personajes con los que nos encontramos durante nuestra gran evasión. La suerte estuvo de nuestro lado y logramos salir todos (perdón, todas) de allí con vida, aunque el epílogo nos reservó alguna que otra sorpresa. Si alguna vez tenéis la oportunidad de jugar con el maestro Ibáñez, haceros un favor y no la dejéis pasar. disfrutaréis como enanos. Y si tenéis compañeros de mesa como los que tuvimos en suerte, todavía más.

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El maestro Ibáñez en plena interpretación…

Partida de El Favor del Faraón

A ultimísima hora, después de la partida de Aquelarre pero antes de la invasión de los zombies batuqueros, todavía tuve tiempo de participar como observador (ya que todas las plazas ya estaban cubiertas) de una partida demostración de El Favor del Faraón, de la mano de Viravi Edicions. Se trata de un juego de dados en el que cada jugador intenta ganar convirtiéndose en el favorito de la reina. Para ello, debe ir adquiriendo una serie de ventajas mediante ciertas combinaciones de resultados en los dados. Las ventajas están distribuidas en forma de pirámide, con las más fáciles de obtener en la base y aumentando en dificultad hasta que se vuelven imposibles de sacar con los dados de los que dispones originalmente. Las ventajas son desde dados extra, a repeticiones de tiradas o dados que puedes guardar fijados en una de sus caras. Ya que las ventajas son finitas y el que no corre vuela, la suerte con los dados, la capacidad de arriesgar o encontrar combinaciones ventajosas con las que aprovechar lo que el azar te ha dado son las claves del juego. La partida que presencié fue ágil y rápida, estuvo reñidísima y tuvo un final muy apretado, con los dados otorgando la victoria en el último momento a Josef Bugman. Me lo pasé genial viéndolo, así que me imagino que jugarlo ya debe ser la leche. Recomendado.

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Partida de Dungeon Crawl Classics

Si el sábado había sido mi día para disfrutar de la Fancon como jugador, el domingo la disfruté desde el otro lado de la pantalla. Este año fui reclutado para dirigir una partida de Dungeon Crawl Classics RPG, un juego que me encanta y con el que disfruto enormemente. El edificio en el que se celebraban las partidas de rol (con la excepción de Aquelarre) albergaba con comodidad a un buen número de mesas, en las que cuando llegué se estaba jugando a Pathfinder, La Leyenda de los 5 Anillos y otros juegos de rol. Tras una breve charla con alguno de los demás masters, me puse a preparar todo el material para poder aprovechar bien el tiempo de partida que teníamos asignado.

La partida originalmente estaba pensada para 4 o 5 jugadores, y a pesar de un cierto temor por mi parte al tratarse de un juego relativamente minoritario, acabé teniendo 7. Por fortuna, la aventura que tenía preparada era un embudo, una aventura para personajes de nivel 0 en la que cada jugador lleva a varios “masillas” normales y corrientes, sin ningún tipo de habilidad aventurera, con el fin de separar a los que están destinados a la grandeza de los que no. Así que cuando llegó un grupo de 6 amigos preguntándome si había sitio para todos, les dije que no había ningún problema. Les hice coger 3 personajes a cada uno sin mirar, totalmente al azar, excepto una voluntaria que valientemente se prestó a llevar tan sólo a 2. El hecho de dirigir un embudo me fue especialmente propicio, ya que de los 7 jugadores, 6 no habían jugado nunca a un juego de rol, así que fue genial para introducirles sin entrar en complejidades como hechizos, habilidades de clase, etc…

La aventura elegida fue “El Portal Bajo las Estrellas”, el embudo que viene en el propio manual de DCC, y sólo puedo calificar la partida como éxito rotundo. Yo me lo pasé genial dirigiéndola y viendo a jugadores sin experiencia buscarse la vida y estrujarse el coco para intentar buscar soluciones a las múltiples situaciones aparentemente letales en las que se iban metiendo. Y el único jugador experimentado que tuve (aunque también era su primera vez en DCC) fue un buen apoyo al otro lado de la pantalla. Aunque nos quedamos solísimos jugando en la sala (todas las mesas terminaron un buen rato antes que nosotros), el final fue apoteósico y logramos terminar la aventura entera a tiempo. De los 20 personajes que entraron, 9 murieron y 11 emergieron de allí con tesoros y la experiencia suficiente como para convertirse en aventureros de verdad. La sesión dio personajes como la pastora ninja (con un rarísimo 18 en Agilidad y cuya jugadora se cuidó muy mucho de que sobreviviera hasta el final) o Donkey Kong (un tonelero que se pasó el módulo lanzando barriles a todo lo que se movía… y a lo que no). En fin, una estupenda tarde de rol y creo que todo el mundo disfrutó muchísimo. Yo el primero. ¡Felicidades a todos los presentes!

Aquella partida también me sirvió para llevar a cabo un pequeño experimento visual. Los mapas de las aventuras del DCC son alucinantes, con Doug Kovacs complementando los planos de las mazmorras con ilustraciones relevantes que convierten cada mapa prácticamente en un poster genial. Y me da mucha lástima que el master sea el único que lo vea, y a los jugadores solo les lleguen mis tristes garabatos. Así que la noche anterior estuve trasteando con el GIMP, un programa de diseño gráfico estilo Photoshop, para crear un efecto de “fog of war” que me permitiera mostrar el mapa original de Kovacs en mi tablet sin revelar nada que los jugadores aún no hubieran descubierto. El resultado fue muy bueno, y probablemente lo repita con cada módulo de DCC que dirija, aunque esto sólo es factible con mapas relativamente sencillos y poco enrevesados. De lo contrario, el número de permutaciones sería inmanejable. Pero lo dicho, quedó muy resultón.

Mapa 1-2 Mapa 1-4 Mapa 1-6

Todos Para Uno: Régime Diabolique

Con aquello terminó mi presencia en la Fancon 2015. Sin embargo, aún me aguardaba otra sorpresa. De los múltiples sorteos en los que participé, acabé por resultar el afortunado ganador de un manual de rol, cortesía de su distribuidor en España, Summum Creator. Se trata de Todos Para Uno: Régime Diabolique, y se trata de una mezcla muy atractiva: espadachines y mosqueteros contra las fuerzas de la noche. Los Mosqueteros del Rey, es decir, los PJs, se enfrentan a hechiceros oscuros, criaturas del más allá y sociedades secretas armados únicamente con su acero y su donaire. ¡Un estupendo e inesperado colofón! Os hablaré más a fondo de este juego que tan buena pinta tiene cuando haya tenido tiempo de leerlo y digerirlo como Crom manda.

Todos-para-uno-catalogo

Y a grandes rasgos, eso es todo. La Fancon de este año ha sido sin duda más grande, más intensa y más variada aún que en su primera edición, lo que augura un futuro sin duda prometedor. ¡La Fancon 2016 no me la pierdo! ¿Y vosotros?

Finde en la FANCON!

El fin de semana pasado se celebró el festival FANCON 2014, evento dedicado al mundo del ocio alternativo, o sea, al frikismo en todas sus facetas: juegos de rol, de cartas y de tablero, cómics, videojuegos y recreativas, coleccionismo, cine y series, mundo otaku e incluso wrestling al más puro estilo Pressing Catch. Quiso la suerte que se celebrara precisamente en Palau-Solità i Plegamans, justo en el pueblo de al lado, así que se presentaba una ocasión inmejorable para disfrutar de un finde destinado al vicio en compañía de familia y amigos.

FanCon-2014-Cartel

Lo primero a destacar es, sin duda, el gran número de actividades y eventos programados, así como la variedad de estos. Desde concursos de fotografía, microrrelatos o karaoke, talleres de manualidades para pequeños, torneos de juegos de mesa o cartas, charlas y conferencias sobre diversos temas lúdicos, históricos o literarios, exposiciones, documentales y pases de cine fantástico, juegos de rol en vivo… Fueran cuales fueran tus gustos, había algo para tí.

Nuestra visita a la FANCON empezó el viernes por la tarde, cuando un servidor, su señora y el peque nos plantamos en uno de los pabellones para una primera aproximación. Allí estuvimos un buen rato conociendo varios de los juegos de Haba, empresa alemana especializada en juegos de mesa para los más pequeños de la casa. Alguno teníamos ya en casa, pero después de conocer mejor su catálogo, tengo que decir que me parecen una maravilla: vistosos, coloridos, perfectamente diseñados para cada rango de edad y, sobre todo, muy educativos. El peque se lo pasó bomba toqueteando y trasteando con los juegos que había montados para jugar, y aunque por sus necesidades especiales aún no está preparado para muchos de ellos, nos hicimos una buena lista de la compra para el futuro cercano. También estuvimos ojeando juegos de mesa para los papis, y participando como espectadores en el torneo de Android: Netrunner (¡ése tiene que caer algún día!).

Otro de los stands que visitamos fue el que tenían montado los chicos de la SWA, una escuela de Wrestling con sede en Barcelona. Yo nunca he sido especialmente aficionado a ese tipo de espectáculo, pero ya veníamos de casa con ganas de ver alguno de los combates en directo y vivirlo “al estilo americano”, con gritos, abucheos y demás. Tras charlar un rato con los chicos de la SWA, verdaderamente simpáticos y agradables, todavía teníamos más ganas de verles sobre el ring. Mi señora preguntó a uno de ellos si podíamos gritar “¡mátale! ¡mátale!” y todas esas cosas, y el luchador (haciendo gala de una sonrisa que contradecía totalmente su apodo de Bad Boy) respondió: “Es más… ¡Debéis!”. El espectáculo no defraudó para nada, al contrario, de hecho acabamos asistiendo los tres días a los distintos combates, intentando animar a un público que de entrada era más bien soso… El wrestling profesional tiene su parte de teatro, por supuesto, pero que nadie se lleve a engaño: la cantidad de entrenamiento, ensayo y esfuerzo que hay detrás de esos saltos increíbles, esas caídas y esas maniobras es totalmente real. En resumen: un espectáculo mucho más divertido de lo que esperaba.

Otro de los stands que llamaba la atención por su vistosa exposición gráfica fue el de Qíahn, exótico nombre bajo el que se ampara el universo medieval fantástico creado por el mallorquín Javier Ordax. Fue él mismo el encargado de contarnos los proyectos de su equipo y explicarnos de qué tratan. Qíahn es un mundo peculiar, un planeta con forma de moneda, habitado por ambas caras. Los habitantes de Cara tienen una vida fácil y próspera bañada por la luz del sol, mientras que los moradores de Cruz viven en unas tinieblas permanentes iluminadas únicamente por las lunas y labrándose una existencia ardua y difícil. El conflicto entre ambos es el eje central de de esta ambientación, ya que los habitantes de la oscuridad intentan conquistar la cara luminosa mientras que éstos no están dispuestos a ceder su cómoda posición. La cosa se complica aún más con la intervención de los dioses, ya que cada 50 años éstos pasan juicio a los actos de cada lado, y si los actos de Cruz son considerados más dignos, el mundo da la vuelta y se cambian las tornas. Javier y su equipo están luchando por sacar adelante (mediante campañas de crowdfunding) dos proyectos relacionados con este universo: Qíahn Tactics, un juego de tablero también con versión app para Android, y Qíahn JdR: La Moneda de los Hombres. La verdad es que tanto a nivel gráfico (las láminas del Dragón Dorado, personaje emblemático de Qíahn, eran una pasada) como a nivel conceptual, me pareció un proyecto lleno de posibilidades, y el entusiasmo de su creador era sencillamente contagioso. Desde aquí les deseo la mejor de las suertes, porque creo que tienen algo con un potencial enorme entre manos.

El sábado lo dediqué en exclusiva al que para mí era el evento más atractivo de estas FANCON, las partidas organizadas por la Sociedad Pathfinder Barcelona. Creo que ya he comentado alguna vez en este blog (y si no, lo hago ahora), que  Pathfinder es la versión de D&D en la que decidí plantarme ya desde sus inicios, cuando opté por bajarme del carro de WotC en vistas a una 4E que no me convencía en absoluto. Cuando digo Pathfinder, no quiero decir necesariamente Golarion, el mundo creado por Paizo como ambientación del juego. Cuando dirijo, uso las reglas de Pathfinder como el mejor sistema de herramientas disponible por ahora para recrear mi mundo de campaña casero, al que llevo creando la friolera de 25 añazos… demasiados para descartarlo sin más. Lo que hice fue adaptar mi campaña sandbox (que empecé a escribir con reglas de 3.5) a las nuevas reglas de Pathfinder, y así sigue, viento en popa a día de hoy. Sin embargo, sí conozco Golarion como jugador, y he participado en algunas aventuras y campañas (o adventure paths, como dicen ahora) ambientadas en este mundo. Lo que sí era del todo nuevo para mí era el concepto de juego organizado. Lo conocía, claro, pero a nivel teórico; no había jugado nunca, y tampoco me atraía demasiado la idea. Sin embargo, la experiencia fue realmente buena, y me hizo replantearme mi posición al respecto. Me inscribí en el evento junto a algunos colegas de mi grupo habitual, y al llegar al lugar antes que ellos, tuve la oportunidad de hablar largo y tendido con varios miembros de la Sociedad (por cierto, entre ellos estaba Jordi Zamarreño, coordinador de la traducción española de Pathfinder y todo un referente en la historia del rol en este país, aunque apenas pude intercambiar un par de frases con él). Mi iniciación en la Sociedad Pathfinder fue rodada, y tuvo lugar a lo largo de una aventura con claros guiños al legendario Expedition to the Barrier Peaks (los más bregados en esto del D&D ya sabrán a qué me refiero). Fue una experiencia satisfactoria y divertida, y ahora veo más claramente los puntos a favor que tienen este tipo de campañas globales compartidas. Para empezar, no todo el mundo tiene la suerte de tener un grupo de juego habitual que se pueda reunir una vez a la semana para jugar a rol, sobre todo después de casi tres décadas en este hobby y con las obligaciones propias de la vida adulta. La Sociedad Pathfinder ofrece una vía perfecta para que aquellos sin compañeros de juego o con poco tiempo que dedicar puedan jugar de manera más o menos habitual, haciendo progresar un mismo personaje aunque sea bajo DMs diferentes. Y a los que sí tenemos un grupo fijo, siempre nos puede venir bien un soplo de aire fresco, salir de nuestro ecosistema habitual y conocer a otros aficionados y colegas roleros con distintas maneras de entender el juego. En resumen, una experiencia que recomiendo a todos los que les guste el Pathfinder o los juegos de rol en general, y que espero poder repetir a menudo.

El resto del fin de semana transcurrió entre zombis, fichas de ajedrez gigantes, una TARDIS a tamaño natural, los impresionantes dungeons handmade de escayola del Dr. Metalúrgico, máquinas recreativas clásicas, espadas medievales recreadas al detalle, demostraciones de esgrima antigua y mil cosas más. Como uno todavía no es omnisciente (aún me faltan un par de niveles), ante un programa tan trufado de actividades era imposible verlo todo, y muchas de ellas se me quedaron en el tintero. De lo que no cabe ninguna duda es que la presente edición de la FANCON (la primera si no me equivoco) fue un éxito rotundo, tres días intensos cargados de actividades y emociones. Desde aquí no puedo más que felicitar a la organización, ya que montar un tinglado de semejantes proporciones y con un programa tan repleto es una tarea colosal y sé de buena tinta que lo organizaron entre unos pocos. ¡Bravo! Por poco que pueda, la próxima FANCON no me la pierdo. ¿Y vosotros?

Algunos Links:

http://www.haba.de/haba/home.htm

http://www.swa-spain.com

http://www.qiahn.com

http://pathfinderbarna.blogspot.com.es (también en Facebook)

http://drmetalurgico.com/index.php

http://www.esgrimaantigua.com/node/28