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Finde en la FANCON!

El fin de semana pasado se celebró el festival FANCON 2014, evento dedicado al mundo del ocio alternativo, o sea, al frikismo en todas sus facetas: juegos de rol, de cartas y de tablero, cómics, videojuegos y recreativas, coleccionismo, cine y series, mundo otaku e incluso wrestling al más puro estilo Pressing Catch. Quiso la suerte que se celebrara precisamente en Palau-Solità i Plegamans, justo en el pueblo de al lado, así que se presentaba una ocasión inmejorable para disfrutar de un finde destinado al vicio en compañía de familia y amigos.

FanCon-2014-Cartel

Lo primero a destacar es, sin duda, el gran número de actividades y eventos programados, así como la variedad de estos. Desde concursos de fotografía, microrrelatos o karaoke, talleres de manualidades para pequeños, torneos de juegos de mesa o cartas, charlas y conferencias sobre diversos temas lúdicos, históricos o literarios, exposiciones, documentales y pases de cine fantástico, juegos de rol en vivo… Fueran cuales fueran tus gustos, había algo para tí.

Nuestra visita a la FANCON empezó el viernes por la tarde, cuando un servidor, su señora y el peque nos plantamos en uno de los pabellones para una primera aproximación. Allí estuvimos un buen rato conociendo varios de los juegos de Haba, empresa alemana especializada en juegos de mesa para los más pequeños de la casa. Alguno teníamos ya en casa, pero después de conocer mejor su catálogo, tengo que decir que me parecen una maravilla: vistosos, coloridos, perfectamente diseñados para cada rango de edad y, sobre todo, muy educativos. El peque se lo pasó bomba toqueteando y trasteando con los juegos que había montados para jugar, y aunque por sus necesidades especiales aún no está preparado para muchos de ellos, nos hicimos una buena lista de la compra para el futuro cercano. También estuvimos ojeando juegos de mesa para los papis, y participando como espectadores en el torneo de Android: Netrunner (¡ése tiene que caer algún día!).

Otro de los stands que visitamos fue el que tenían montado los chicos de la SWA, una escuela de Wrestling con sede en Barcelona. Yo nunca he sido especialmente aficionado a ese tipo de espectáculo, pero ya veníamos de casa con ganas de ver alguno de los combates en directo y vivirlo “al estilo americano”, con gritos, abucheos y demás. Tras charlar un rato con los chicos de la SWA, verdaderamente simpáticos y agradables, todavía teníamos más ganas de verles sobre el ring. Mi señora preguntó a uno de ellos si podíamos gritar “¡mátale! ¡mátale!” y todas esas cosas, y el luchador (haciendo gala de una sonrisa que contradecía totalmente su apodo de Bad Boy) respondió: “Es más… ¡Debéis!”. El espectáculo no defraudó para nada, al contrario, de hecho acabamos asistiendo los tres días a los distintos combates, intentando animar a un público que de entrada era más bien soso… El wrestling profesional tiene su parte de teatro, por supuesto, pero que nadie se lleve a engaño: la cantidad de entrenamiento, ensayo y esfuerzo que hay detrás de esos saltos increíbles, esas caídas y esas maniobras es totalmente real. En resumen: un espectáculo mucho más divertido de lo que esperaba.

Otro de los stands que llamaba la atención por su vistosa exposición gráfica fue el de Qíahn, exótico nombre bajo el que se ampara el universo medieval fantástico creado por el mallorquín Javier Ordax. Fue él mismo el encargado de contarnos los proyectos de su equipo y explicarnos de qué tratan. Qíahn es un mundo peculiar, un planeta con forma de moneda, habitado por ambas caras. Los habitantes de Cara tienen una vida fácil y próspera bañada por la luz del sol, mientras que los moradores de Cruz viven en unas tinieblas permanentes iluminadas únicamente por las lunas y labrándose una existencia ardua y difícil. El conflicto entre ambos es el eje central de de esta ambientación, ya que los habitantes de la oscuridad intentan conquistar la cara luminosa mientras que éstos no están dispuestos a ceder su cómoda posición. La cosa se complica aún más con la intervención de los dioses, ya que cada 50 años éstos pasan juicio a los actos de cada lado, y si los actos de Cruz son considerados más dignos, el mundo da la vuelta y se cambian las tornas. Javier y su equipo están luchando por sacar adelante (mediante campañas de crowdfunding) dos proyectos relacionados con este universo: Qíahn Tactics, un juego de tablero también con versión app para Android, y Qíahn JdR: La Moneda de los Hombres. La verdad es que tanto a nivel gráfico (las láminas del Dragón Dorado, personaje emblemático de Qíahn, eran una pasada) como a nivel conceptual, me pareció un proyecto lleno de posibilidades, y el entusiasmo de su creador era sencillamente contagioso. Desde aquí les deseo la mejor de las suertes, porque creo que tienen algo con un potencial enorme entre manos.

El sábado lo dediqué en exclusiva al que para mí era el evento más atractivo de estas FANCON, las partidas organizadas por la Sociedad Pathfinder Barcelona. Creo que ya he comentado alguna vez en este blog (y si no, lo hago ahora), que  Pathfinder es la versión de D&D en la que decidí plantarme ya desde sus inicios, cuando opté por bajarme del carro de WotC en vistas a una 4E que no me convencía en absoluto. Cuando digo Pathfinder, no quiero decir necesariamente Golarion, el mundo creado por Paizo como ambientación del juego. Cuando dirijo, uso las reglas de Pathfinder como el mejor sistema de herramientas disponible por ahora para recrear mi mundo de campaña casero, al que llevo creando la friolera de 25 añazos… demasiados para descartarlo sin más. Lo que hice fue adaptar mi campaña sandbox (que empecé a escribir con reglas de 3.5) a las nuevas reglas de Pathfinder, y así sigue, viento en popa a día de hoy. Sin embargo, sí conozco Golarion como jugador, y he participado en algunas aventuras y campañas (o adventure paths, como dicen ahora) ambientadas en este mundo. Lo que sí era del todo nuevo para mí era el concepto de juego organizado. Lo conocía, claro, pero a nivel teórico; no había jugado nunca, y tampoco me atraía demasiado la idea. Sin embargo, la experiencia fue realmente buena, y me hizo replantearme mi posición al respecto. Me inscribí en el evento junto a algunos colegas de mi grupo habitual, y al llegar al lugar antes que ellos, tuve la oportunidad de hablar largo y tendido con varios miembros de la Sociedad (por cierto, entre ellos estaba Jordi Zamarreño, coordinador de la traducción española de Pathfinder y todo un referente en la historia del rol en este país, aunque apenas pude intercambiar un par de frases con él). Mi iniciación en la Sociedad Pathfinder fue rodada, y tuvo lugar a lo largo de una aventura con claros guiños al legendario Expedition to the Barrier Peaks (los más bregados en esto del D&D ya sabrán a qué me refiero). Fue una experiencia satisfactoria y divertida, y ahora veo más claramente los puntos a favor que tienen este tipo de campañas globales compartidas. Para empezar, no todo el mundo tiene la suerte de tener un grupo de juego habitual que se pueda reunir una vez a la semana para jugar a rol, sobre todo después de casi tres décadas en este hobby y con las obligaciones propias de la vida adulta. La Sociedad Pathfinder ofrece una vía perfecta para que aquellos sin compañeros de juego o con poco tiempo que dedicar puedan jugar de manera más o menos habitual, haciendo progresar un mismo personaje aunque sea bajo DMs diferentes. Y a los que sí tenemos un grupo fijo, siempre nos puede venir bien un soplo de aire fresco, salir de nuestro ecosistema habitual y conocer a otros aficionados y colegas roleros con distintas maneras de entender el juego. En resumen, una experiencia que recomiendo a todos los que les guste el Pathfinder o los juegos de rol en general, y que espero poder repetir a menudo.

El resto del fin de semana transcurrió entre zombis, fichas de ajedrez gigantes, una TARDIS a tamaño natural, los impresionantes dungeons handmade de escayola del Dr. Metalúrgico, máquinas recreativas clásicas, espadas medievales recreadas al detalle, demostraciones de esgrima antigua y mil cosas más. Como uno todavía no es omnisciente (aún me faltan un par de niveles), ante un programa tan trufado de actividades era imposible verlo todo, y muchas de ellas se me quedaron en el tintero. De lo que no cabe ninguna duda es que la presente edición de la FANCON (la primera si no me equivoco) fue un éxito rotundo, tres días intensos cargados de actividades y emociones. Desde aquí no puedo más que felicitar a la organización, ya que montar un tinglado de semejantes proporciones y con un programa tan repleto es una tarea colosal y sé de buena tinta que lo organizaron entre unos pocos. ¡Bravo! Por poco que pueda, la próxima FANCON no me la pierdo. ¿Y vosotros?

Algunos Links:

http://www.haba.de/haba/home.htm

http://www.swa-spain.com

http://www.qiahn.com

http://pathfinderbarna.blogspot.com.es (también en Facebook)

http://drmetalurgico.com/index.php

http://www.esgrimaantigua.com/node/28